R U T A F-10-G
La ventana semi abierta tamiza la entrada del viento tibio pero impetuoso que avecinaba la tormenta. Miraba los colores y las formas de ese camino que tantas veces recorrí, pero que hoy tenían un color especial. Miré el paisaje y como una intuición más que una percepción, tuve la visión gloriosa de todo aquello que mis ojos contemplaban. Una hermosura oculta se deslizaba agudamente en mi alma, clavando en ella un sentimiento abrumador.
Mi cámara congelaba mis emociones, arrastraba mis suspiros, coloreaba de luces y sombras mi gratitud. Nunca nos detuvimos ni bajamos la velocidad, solo miré y obturé sin perder ni un minuto de la briza que empezaba a mojarme. Cayeron gotas en el lente, se poco a poco e mojo la cámara, hasta que se me hizo imposible seguir apoyada en la ventana, ya abierta del todo. La lluvia estaba ahí, para mojar la tierra y descargar la negrura de las nubes.
Quedó ese efímero momento, su rastro para no olvidar.
Bea Giovanelli + 2014
Mi cámara congelaba mis emociones, arrastraba mis suspiros, coloreaba de luces y sombras mi gratitud. Nunca nos detuvimos ni bajamos la velocidad, solo miré y obturé sin perder ni un minuto de la briza que empezaba a mojarme. Cayeron gotas en el lente, se poco a poco e mojo la cámara, hasta que se me hizo imposible seguir apoyada en la ventana, ya abierta del todo. La lluvia estaba ahí, para mojar la tierra y descargar la negrura de las nubes.
Quedó ese efímero momento, su rastro para no olvidar.
Bea Giovanelli + 2014